Se acerca la Navidad y con ello, nos encontramos numerosos puestos con accesorios, adornos, comidas… que nos incitan a comprar. En muchas ocasiones tenemos que hacer el esfuerzo de no caer en la tentación de comprar esos caprichos. Sin embargo, ¿qué pasaría si tuviéramos una adicción a las compras? ¿cómo conseguiríamos controlar el impulso de comprar?
La adicción a las compras u oniomanía es el trastorno psicológico por el cual la persona necesita comprar como manera de calmar la ansiedad. Además, es una forma de buscar cierta excitación, de sentirse mejor con uno mismo y de vencer el aburrimiento.
En los últimos años, este problema se ha incrementado por la gran variedad de comercios y precios, pues ha provocado que el acceso a las cosas sea más fácil y que el comportamiento se haya acrecentado.
Entre las variables que podemos encontrar, que influyen en la vulnerabilidad de una persona a sufrirlo, se han visto:
- Variables sociodemográficas:
- Se da mucho más en mujeres que en hombres. Además, se ha visto que las mujeres tienden más a comprar ropa y que los hombres son más propensos a comprar tecnología.
- Suele aparecer hacia los 18 años, pero se va reduciendo con la edad, por los conflictos económicos que se pueden sufrir y por un aumento de la conciencia económica.
- Surge más en poblaciones de clase social media-baja.
- Variables personales:
- Problemas de ansiedad.
- Estados depresivos.
- Personas impulsivas.
- Baja autoestima.
- Personas materialistas y superficiales.
- Variables familiares:
- Familias en las que el amor se ha sustituido por regalos.
- Educaciones muy estrictas o demasiado blandas.
- Padres que tienen el mismo problema de control de impulsos.
Pero y ¿por qué surge el problema? ¿cómo se puede explicar? Hay numerosos factores que pueden intervenir. Algunos de ellos son:
- Factores genéticos. Existen algunos factores fisiológicos que están relacionados con el poco control de impulsos y con las estructuras cerebrales encargadas de esas funciones.
- Factores psicológicos. Estas personas suelen tener la autoestima baja, son ansiosas por lo general y con tendencia al estado de ánimo bajo. Además, son personas que necesitan de reconocimiento externo.
- Factores sociales. Son personas que se suelen dejar llevar por los mensajes publicitarios o que han sido vulnerables a la influencia del consumismo y de la ausencia de conciencia social sobre los problemas relacionados con la compra.
Por todo esto, las personas que se vean identificadas con este problema, deberán tratar de solucionarlo cuanto antes, de cara a no padecer problemas futuros más graves.