La asertividad es la capacidad que tenemos de defender nuestros propios derechos, sin sobreponernos o respetando los derechos de los demás. Además, es la habilidad o capacidad que nos ayuda a expresar de manera adecuada lo que pensamos, sentimos y queremos.
Nos puede servir ante situaciones como:
- Hacer críticas.
- Pedir favores.
- Decir “NO” a alguien.
- Expresar emociones.
Algunos de nuestros derechos asertivos que debemos conocer son:
- Tienes derecho a ser juez de tus propias emociones, pensamientos y comportamientos, y a ser responsable de la ejecución y de las consecuencias de lo que sientes, piensas y haces.
- Tienes derecho a no dar a nadie razones que justifiquen tu comportamiento.
- Tienes derecho a juzgar si eres tú el responsable de encontrar la solución a los problemas de otras personas.
- Tienes derecho a cambiar de opinión.
- Tienes derecho a cometer errores, y a ser responsable de ellos.
- Tienes derecho a decir que no sabes o que no entiendes, a pedir información y ser informado.
- Tienes el derecho a juzgar tus necesidades, establecer tus prioridades y tomas tus propias decisiones.
- Tienes derecho a ser ilógico cuando tomas decisiones.
- Tienes derecho a decir ‘no me importa’.
- Tienes derecho a decir ‘no’ sin sentir culpa.
- Tienes derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
- Tienes derecho a ser escuchado y tomado en serio.
- Tienes derecho a tener y expresar sentimientos y opiniones.
- Tienes derecho a pedir lo que quieres, dándote cuenta de que también tu interlocutor tiene derecho a decir ‘no’.
- Tienes derecho a obtener aquello por lo que pagaste.
- Tienes derecho a tener éxito.
- Tienes derecho a gozar y disfrutar.
- Tienes derecho a tu descanso.
- Tienes derecho a decidir qué hacer con tus propiedades, cuerpo, tiempo… mientras no se violen los derechos de otras personas.
- Tienes derecho a decidir no ser asertivo.
El conocerlos, nos ayuda a defenderlos de una manera adecuada, permitiéndonos ser jueces de nuestra propia vida y teniendo una mayor autoestima.
Sin embargo, no siempre logramos tener una conducta asertiva, teniendo a veces comportamientos pasivos o agresivos. A continuación, en la tabla podemos ver las diferencias entre los tres tipos de conductas:
INHIBIDO o PASIVO | ASERTIVO | AGRESIVO |
TIPOS DE EMOCIONES EXPERIMENTADAS | ||
Internalizan lo que sienten, con mucho miedo de expresar lo que de verdad sienten o piensan. Son miedosos, ansiosos, se sienten culpables. Huyen del conflicto. | Manejan muy bien sus propios sentimientos, expresándolos y defendiéndoles cuando es necesario. La tensión se mantiene dentro de un nivel normal y constructivo. | Externalizan lo que piensan y sienten. Enmascaran los verdaderos sentimientos con rabia, tensión… Expresan lo que sienten atacando a los demás. |
CONDUCTAS NO VERBALES FRECUENTES | ||
Mirada hacia abajo, voz baja, dudas, niegan la importancia a la situación, tono de voz vacilante o de queja, risitas «falsas». Se «aparta» de la situación. | Mirada directa, voz adecuada, habla fluida y firme, postura recta. Coherencia entre lo que dicen y los gestos. | Mirada fija, voz alta, habla fluida y rápida, gestos de amenaza, postura intimidatoria, risas despectivas… |
EXPRESIONES VERBALES COMUNES | ||
«Quizá», «supongo», «me pregunto si…», «no crees que», «bueno…», «tú sabes», «No te preocupes», «no te molestes»… | «Yo pienso», «Yo siento», «Yo quiero», “vamos a ver», «hagamos», “¿qué piensas tú?»… | «Harías mejor…», «escucha bien lo que te digo», «Tienes que hacerlo …», «debes»… |
CONSECUENCIAS A LARGO PLAZO | ||
Conflictos interpersonales. Depresión. Desamparo. Baja autoestima. Pérdida de oportunidades. Tensión. Soledad. Sentimientos de culpa, rabia. | Resolutivos. Buena autoestima. A gusto consigo y con los demás. Crea oportunidades. Positivo. Buenas relaciones interpersonales. | Conflictos interpersonales. Depresión. Frustración. Baja autoestima. Pérdida de oportunidades. Tensión. Soledad. Sentimientos de culpa, rabia. Adicción. |
¿Por qué a veces no somos asertivos? Hay en ocasiones que nos cuesta no serlo. Algunos motivos pueden ser:
- No conocer nuestros derechos puede llevarnos a no defenderlos como deberíamos.
- En ocasiones podemos aprender de modelos que no tienen una conducta asertiva. Pero, además, hay veces que ante conductas asertivas hemos sido castigados y por ello, no las volvemos a repetirlas.
- Ante experiencias en las que hemos percibido ansiedad, por el miedo a repetir ese malestar no las volvemos a realizar.
- IDEAS IRRACIONALES. Creencias que hemos podido desarrollar como “para que me quieren no puedo hacer enfadar a nadie” nos limitan a la hora de presentar conductas asertivas.
Castanyer, O. (2002). La asertividad: expresión de una sana autoestima. Bilbao: Desclée de Brouwer, S. A.